jueves, 24 de diciembre de 2015

LAS NAVIDADES EN CABUDARE (parte 1) + Audio


CABUDARE, BUCOS Y MAMEYES

Las Navidades en Cabudare

Américo Cortez
Cronista de Cabudare

Dedico al extinto pesebrero Pedro Escalona. Por él vivo la navidad.


Todos los pueblos se preparan para la navidad. Al entrar el último trimestre del año ya todos se imaginan la próxima navidad. En Cabudare no podía ser diferente. Por ello, al asomarse diciembre, el último día de noviembre, se preparaba un recibimiento, que consistía en esperar las 12 de la noche de ese día en la Plaza Bolívar y al entrar el 1º. de Diciembre realizaban una caravana, con los pocos carros y camiones que habían. Recorrían las oscuras calles con pitos, latas y todo lo que produjera ruido. Iban a los Rastrojos, La Piedad y algunos más aventureros a los caseríos más cercanos. De nuevo en la plaza estaba un grupo musical tocando temas bailables hasta que todos pensando en el trabajo se retiraban a dormir. Esta tradición terminó en los 60´s y vuelta a resurgir en 1.981 cuando Oscar Asuaje, de Banco Obrero empezó a realizarla en la caseta de los trabajadores del Central Rio Turbio, en  Banco Obrero, con música desde las 7 de la noche hasta las 12 y de allí partía la caravana, muy nutrida y que terminábamos los de la Parranda Sarao tocando tambores en cualquier sitio, hasta desfallecer. Dentro de esta tradición nació el grupo experimental Sarao, de música afrolatina, tocando en el primer templete de esa época.
Don Julio Alvarez Casamayor, con sus 96 años a cuestas me cuenta detalles de las navidades que vivió en el viejo Cabudare.
El pesebre de la iglesia en tiempos del Padre Yustiz era realizado con figuras de papel, muñecas de trapo, barba e palo, musgo, aserrín, cartones pintaos, piedritas pintadas con molinos de agua y espejos que semejaban lagos y riachuelos. A partir de mediados de los cincuenta Pedro Escalona se convirtió, hasta su muerte, en el pesebrero más buscado por las familias y el encargado de preparar el de la iglesia y el de su casa que ocupaba una habitación completa y que era de obligada visita de los cabudareños.
La gente se preparaba para la navidad haciendo juegos de aguinaldos: “palito en boca”, “híncate cotin”, “quieto”, “si o no” y otros que hacían el día a día una alegría permanente. Los aguinaldos a pagar eran inocentadas que iban desde caramelos hasta besos, en el caso de las parejas.
Circulaban folletos de aguinaldos, muy jocosos, que recordaban los acontecimientos del año que moría y sometían a personajes de la política, el comercio y los de a pie a la risa y la chanza. Asisclo Vásquez, cabudareño, sacaba uno de los más esperados todos los años, pues los cabudareños se veían retratados en ellos. Negda Alvarez taquigrafiaba los aguinaldos que por las radios sonaban para anexarlos al repertorio del grupo de la parroquia.
Al acercarse las misas de aguinaldo, Amenodoro Alejo, Carlos Guédez y otros preparaban la bola de candela, para patearla desde el puente San Nicolás hasta la Cruz Salvadora, eludiendo al policía de guardia, quien intentaba infructuosamente detenerlos. Era hecha en base a alambre de gallinero, trapo, aceite quemao y kerosene. La escondían estratégicamente y la encendían en el momento propicio.
Eran las campanas las que despertaban a las familias a las 4 de la mañana. Las familias disfrutaban antes o después de la misa de aguinaldo de las tostadas del “batatú”, de las alfajoras de Carmela Carrasco, quien luego enseñó al recordado Juan Tista Alvarado de Pueblo Arriba. De los amasijos de Ramona de Valles. Los cartuchos con confites, hechos de azúcar y almíbar de Paula Castro. Las marchantas hacían las delicias de los más pequeños con los dulces criollos de Las Melean cargados en azafates: conservas de leche, toronja, de coco, de piña, templones, aliados, cucas y besitos de coco. Amaneciendo, quedaban pocas tostadas del “cocho con leche”. Algunos se atrevían a llegar a los Rastrojos a saborear los chicharrones, recién salidos de los calderos de Carrasquel y Mendoza.
Al salir de misas los muchachos convidaban a las féminas a los paseos por los baños del “zanjón del gato, “el chorro de la quebrada la Mata” y Tabure…Esta historia continuará.



Casa de Pedro Escalona. En la esquina de la calle  Simón Planas con Avenida Libertador.
En la foto Don Julio Alvarez Casamayor

Francisco Santeliz, Francisco "Coché" Rojas y Erasmo Graterol

La alegría cabudareña siempre presente. Julio Alvarez  Casamayor, Gerardo Borges y Hugo Piñero

Cholito. Personaje popular de Cabudare

La iglesia San Juan Bautista.Centro de la navidad en Cabudare

Casa de las hermanas Melean. Dulceras de tradición en Cabudare, ya desaparecidas

Margaro Vásquez, Eurípides Ponte y el señor Colombo


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viernes, 11 de diciembre de 2015

Arrancó la Parranda Sarao presente en el SIMONCITO "CARIÑITOS" del sector Tarabana Cabudare. 11Dic2015

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lunes, 30 de noviembre de 2015

SANTA BARBARA. SU FIESTA Y SUS TAMBORES


 CABUDARE, BUCOS Y MAMEYES
SANTA BARBARA. SU FIESTA Y SUS TAMBORES

Américo Cortez
Cronista de Cabudare

A la Parranda Sarao, tradición y amor por Cabudare, 
por 34 años

Desde el inicio de la construcción de la capilla en honor a Santa Bárbara, por el Alférez Real Juan José Alvarado de la Parra, en 1.797 se constituyó una fe a esta santa en Cabudare. La capilla u oratorio de la hacienda fue destruida por el terremoto de 1.812 y empezada a reconstruir en 1.815. Allí se constituyó la primera sede de la Parroquia Cabudare en 1.821, hasta que los vecinos de Cabudare, considerando que estaba muy lejana a sus hogares construyeron, donde hoy está la iglesia San Juan Bautista un caney para efectuar los oficios religiosos, lo que sucedió hasta agosto de 1.834 con la apertura no oficial de la iglesia. Sin embargo siempre tuvo influencia sobre la vida de Cabudare.
La celebración en honor a Santa Bárbara comenzaban en la víspera, con actividades litúrgicas y veladas culturales. Cuando fue propietarios el señor Antonio Yépez, se instauraron las misas desde el día 4 de diciembre (día de la santa) hasta el día 8 del mismo mes, día de la Inmaculada Concepción. Esta tradición pasó al nuevo propietario, el señor Miguel González y desde hace tres años con la gente de la Clínica Internacional, quienes hacen un gran esfuerzo por mantener en buen estado las instalaciones y están prestados a ceder los espacios para eventos culturales y educativos.
En el año 1.980, por sugerencia de mi amigo el costumbrista Pedro Escalona, asistí por primera vez a la celebración de la misa de Santa Bárbara. En aquel momento se empezaban a realizar las restauraciones de los espacios y la construcción de los nuevos que completarían el complejo. Conocí a la señora Consuelo de Yépez, a su esposo el señor Antonio Yépez (propietarios) y a muchos creyentes que aún encontramos cada 4 de diciembre.
No fue sino hasta 1.985, cuando le pedí permiso a la señora Consuelo para llevar el año próximo los tambores, a lo cual accedió. Conversé con mis amigos del grupo Tambores de Santa Bárbara y aceptaron, por supuesto la Parranda Sarao, de la cual soy fundador. Ese primer año que llenamos de tambores y alegría ese espacio fue realmente espectacular. Estrenamos mi  "Sangueo a Santa Bárbara”, que se convirtió en el himno que se interpreta en la procesión. Empecé a componer temas a la virgen, de los cuales ya van diez. Terminada la procesión, tocábamos dentro de la capilla y luego obsequiábamos al público presente una buena tanda de tambores hasta llegado el mediodía. Eso sigue sucediendo.
A través de estos años la fe ha aumentado y de unos poquitos que asistíamos, ahora no se consigue espacio ni dentro ni fuera de la capilla para escuchar la misa.
Ocurre un fenómeno, y es que conviven ese día, sin ningún problema, creyentes católicos, santeros, espiritistas y hasta ateos. Cada uno con su virgen, algunas con la espada en la mano, con el cáliz y la biblia, montada en un caballo, con la torre en la mano o al costado, en fin, es el respeto a la diversidad de formas y creencias. En todo este tiempo nos ha tocado participar con la Parranda Sarao en muchas ceremonias de diferentes religiones, en honor a Santa Bárbara y hemos visto la devoción crecer en Cabudare y creo (modestia parte), que los tambores han influido en ello. Cada año más tamboreros, más cantos y más fe.
Este año, con el mismo fervor iremos a rendir tributo a Santa Bárbara. Esperamos ver a los creyentes entregados al éxtasis que produce su presencia divina, sanguearemos a la virgen, le dedicaremos los mejores cantos y los que esperan con ansiedad ese día se desbordarán en plegarias por la paz y la vida. Un recuerdo muy especial a aquellos que me tomaron la palabra. A mis queridos hermanos de la Parranda Sarao, que este año cumple 34 años llevando tambores a Santa Bárbara, a San Juan Bautista, a San Rafael y los aguinaldos a los pesebres cabudareños. A Luis Oviedo, Luis Alfonzo, a Raisa, Alfredo, Airto, Laudir y ahora a mis nietos en quienes siembro el amor por esta tierra y sus tradiciones.



Frontal del oratorio o capilla en honor a Santa Bárbara
de Cabudare. Antes de la misa del 4 de Diciembre

Capilla Santa Bárbara de Cabudare. Foto de principios de los 60´s

En procesión, que se realiza dentro del hoy Complejo Santa Bárbara. La imagen es la original de finales del siglo 18, específicamente de 1.997

La Parranda Sarao. Alfredo de la Fe con franela roja y tambor. En los cuatros Luis Alfonzo y Luis Oviedo. Atrás, padeciendo con el cumaco Laudir de la Costa, de turquesa Américo Cortez, detrás de Alfredo viene Airto de los Santos (con franela blanca), Raisa con maraca en mano y gorra roja, detrás del turquesa. Observese la gran cantidad de virgenes que acompañan la procesión.

Portal de la Capilla Santa Bárbara a principios de los 60´s.

En brazos de su pueblo cabudareño
La fe en Santa Bárbara siempre presente
De blanco Douglas Vargas Guaregua, a su lado de chamán Michael Alvarez. 
Yennifer preñá de Sara de la costa y Johana,
la madre de Anabela de la Luz, sentada
Parte de la Parranda Sarao y amigos. De izquierda a derecha: Michael, el señor X, Alfredo "el pitillo", Américo, Luis Oviedo., Airto de los santos,, Alfredo de la Fe y Luis Alfonzo. Sentada Johana Puerta.
"Ay mi Santa Bárbara, patrona bendita"
"Destellos hermosos me da tu carita"
"Y mis imposibles todos me los quita"
"Virgen Santa Bárbara, de tu grandeza quiero paz"
"Muéstrame el camino, para seguir y conseguir mi libertad"
"Tu espada y tu palmera me protegerán"
"Con el candor que tu bondad inspira"
"Mi Santa Bárbara protegerá"
4 de Diciembre. Tiempo de encuentro
En la foto: Airto de los Santos con correa al hombro,
Américo Cortez y Luis Oviedo.
Laudir de la Costa de azul, tocando el cumaco y a su lado, de rojo, Alexander Devies del grupo Tambores de Santa Bárbara
Luis Alfonzo y Luis Oviedo con los cuatro, escoltando
 a Américo Cortez cantando. A su lado derecho
Alfredo de la Fe con tambor.
Entrando a la capilla, después de la procesión
En la capilla. Observen la cantidad de imágenes.
El hermoso altar de la capilla Santa Bárbara de Cabudare.
 de 1.797
La virgen en la capilla y al fondo un cuadro con su imagen
Iluminando a la virgen
La Parranda Sarao en la capilla cantando a la virgen.
Brazos arriba, orando al cielo
Bella postal de la Fe
Al fondo el original púlpito del siglo XVIII
La palma del martirio y la torre donde fue
 decapitada por su padre
Al final de los cantos a Santa Bárbara revienta el tambor
 fuera de la capilla
Tambor y más tambor en honor a la virgen
Samuel Oviedo y Alfredo de la Fe en el cumaco,
Airto de los santos con la campana
Airto de los Santos en la campana en pleno tambor trancao
Tambor y bailes para Santa Bárbara
Celebrar a Santa Bárbara
La alegría del tambor. Al costado derecho,
mi amiga, la popular Pastora de Cabudare
Cuantas esperanzas se alumbran
 con Santa Bárbara


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viernes, 20 de noviembre de 2015

LOS 68 AÑOS DEL GRUPO ESCOLAR "CABUDARE" DE LOS RASTROJOS

CABUDARE, BUCOS Y MAMEYES

Los 68 Años del Grupo Escolar “Cabudare” de Los Rastrojos. 

Américo Cortez
Cronista de Cabudare

“El país será lo que sus maestros quieran que sea”. L.B. Prieto Figueroa

Toda escuela se debe a los niños y niñas y a la comunidad donde funciona. La interacción de la escuela con todo lo que la rodea hace el estado perfecto para lograr sus objetivos. El Grupo Escolar “Cabudare” de los Rastrojos que nació hace 68 años como Escuela Federal Rural Concentrada en 1.947 y que vino a llenar un espacio necesario en Los Rastrojos, La Piedad y los caseríos (El Placer, Zanjón Colorao, La Montaña, El Tamarindo y más allá) nació de la solidaridad del señor Eustaquio Yépez y los vecinos de Los Rastrojos. El señor Yépez donó el terreno a la Procuraduría General de la Nación. En el documento aparecen los nombres y firmas de Eustaquio Yépez, el Juez Ulises Romero, los testigos Francisco Bernal y Cristóbal Ortiz y el secretario del Registro Municipal Y. Vásquez. Eso aconteció el 17 de noviembre de 1.947, fecha que celebra cada año la escuela como nacimiento. Mucha gente la llama “la escuela de la ´y´ de los Rastrojos”, por estar en la encrucijada entre Los Rastrojos, Zanjón Colorao y El Placer.
Al comienzo contó con 4 aulas y un baño, que es el histórico edificio que aún sobrevive y que sirve de centro a las construcciones subsiguientes y aún en espera de la terminación del nuevo edificio. Ahora funciona allí la biblioteca “Jacinto Lara”, la dirección y las coordinaciones. Ya en el 2.009 funciona con dos turnos, mañana y tarde, con 14 aulas y un aproximado de 834 alumnos, 42 docentes, 20 obreros, 4 secretarias, madres procesadoras y sicopedagogas, que trabajan a diario buscando la excelencia educativa tan necesaria. Estos números siguen ascendiendo, lo que requiere con urgencia la terminación del nuevo edificio que desde el 2.008 se empezó a construir y hoy está paralizado.
Los árboles señoriales son el bosque que día a día les recuerda a la escuela el compromiso con la naturaleza. “Las iguanas” es el nombre del hermoso bosque de la escuela donde se desarrollan tareas de compost, deportes y actividades al aire libre, incluyendo una cancha de bolas criollas, donde los niños aprenden el arte de este ancestral juego. Algunos inescrupulosos personajes, en los últimos días se han dado a la tarea de cazar las iguanas, quien sabe para que fines, lo que ha sido repudiado por toda la escuela. El jardín de Infancia con la alegría propia de los más pequeños necesita respaldo para resolver el problema del agua potable, la recuperación de árboles enfermos y más. Desde hace años se llama Escuela Bolivariana Media Jornada Grupo Escolar Cabudare, y la comunidad educativa solicita se le llame Escuela “Maestra Sergia Vásquez de Rivero”, quien fue fundadora de esta escuela. Ojalá pronto se denomine así, para honor de la Maestra Sergia, de su familia y de la muchachada que atendió como maestra.
El Grupo Escolar “Cabudare” representó a Palavecino en Cuba en el Concurso Internacional de vacuna ortográfica en el 2.000. Igualmente ha obtenido premios en: Encuentros Científico Zonales, Alternativa Ambientalista 1995 (Mérida), campeones en fútbol escolar Palavecino, Concurso “Bolívar visto por los niños” y Concurso de carteleras sobre Bolívar. En la semana del 16 al 20 de noviembre de este año realizaron múltiples actividades educativas, recreativas, deportivas. Todo para celebrar los 68 años de la escuela trabajando y reflexionado sobre la escuela posible. 
En el programa de celebración dice: “Humildad, responsabilidad, compromiso, respeto, tolerancia, comprensión, dedicación, entrega, integración y humanidad”. Desarrollar esos valores es la garantía de una educación comprometida con la construcción del país que queremos. Un saludo especial a: Roque Juáres, su director, Willart Godoy (maestro siempre listo), Arlindo Rocha (el cronista de la escuela) y Abraham Torres (mucho más que un obrero). Éxitos a todos los que quieren la mejor educación para los niños. Saludos a todo el personal y en especial a las madres procesadoras, ¡que caraotas tan buenas!.






El edificio de la Escuela Federal Rural Concentrada

 de 1.947, aún en pie.



Elizabeth Lara, reina de los carnavales de la escuela,

por allá por los 50´s.


El recordado Bachiller José Segura con sus alumnos.



La ilusión del carnaval en los niños de la escuela



Arlindo Rocha, siempre con la escuela en su corazón



La maestra Amalia con niños de 1er. grado


Día del árbol. Aún existe ese fervor. 




















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