Presentación
Sobre este escrito de don Héctor Rojas Meza sobran los comentarios. La forma como el poeta aborda la delicada situación, con los riesgos inminentes de la pandemia de la “gripe española” de 1.918 – 1.919, a quien él llama “la peste”, lo dice todo y nos dice mucho del talante que como hombre consciente de su papel en la comunidad mostró en ese tiempo. La sensibilidad de artista, poeta, músico, pintor, periodista y en general hombre de bien, se manifiestan en estas páginas.
El espíritu bienhechor de los que poniendo en riesgo sus vidas, para atender a aquellos cabudareños y cabudareñas que buscaban alivio a sus males y encontraban la infinita solidaridad y bondad de aquel Cabudare, que debemos reivindicar y salvaguardar, es realmente de admirar.
No olvidemos que mientras Héctor Rojas Meza luchaba en Cabudare contra la pandemia, no muy lejos, en El Tocuyo, otro gran cabudareño Ezequiel Bujanda, también poeta, pintor, músico y médico, entre otras cualidades luchaba con su medicina ayudando al pueblo tocuyano, al punto de perder la vida a causa de la pandemia el 16 de agosto de 1.919. ¿casualidad?, creo que no. La conexión espiritual y la profunda admiración que don Héctor tenía por su paisano poeta, le sirvió siempre de guía en su vida. En todo caso el humilde diario de la gripa española, pandemia que llegó a Cabudare a principios de 1.919, escrito en un cuaderno de bodega, es el testimonio certero de lo ocurrido.
Pudimos transcribir el diario, pero el encanto y el espíritu de la caligrafía de don Héctor Rojas Meza, también vibra al explicar los pasajes de ese acontecimiento tan fatal, que dejó más de 100 muertos en apenas unos meses en Cabudare. Como hecho curioso está en el diario un auto retrato hecho por don Héctor con una técnica particular y que no sabemos cuando fue realizado en el diario después de ella. Igualmente hay unas poesías que fueron tachadas por el autor y que por supuesto nos reservamos usar. Como colafón el cierre del diario demuestra al amor por la humanidad que sentía don Héctor, un hermoso punto final a esos meses de trabajo lleno de angustias, alegrías y tristezas, como las manifiesta el poeta cabudareño en el escrito.
Por lo demás el Proyecto Cultural Sarao agradece infinitamente a la familia Alvarez Rojas, a los hijos de don Julio Alvarez Casamayor, que desde el cielo sigue obrando por Cabudare. Esa confianza que depositan en el Proyecto Cultural Sarao al facilitarnos “el diario de la peste española en Cabudare”, alimenta nuestro compromiso.
¡Va por ti Coronel!
Américo Cortez
Cronista de Cabudare