viernes, 27 de noviembre de 2020

CAMARATA. ENTRE HIERBAS Y TIJERAS

 

CABUDARE, BUCOS Y MAMEYES

Camarata. Entre hierbas y tijeras

Américo Cortez

Cronista de Cabudare

 

Dedico a Maritza Camarata, quien guarda con celo, la sabiduría indígena que le dejó su papá.

 

La segunda guerra mundial produjo una gran miseria en los países que participaron en ella. En el caso de Italia, muchos cruzaron el Atlántico, para buscar una mejor vida.

Desde la región de Sicilia, del municipio San Cataldo, en la provincia de Caltanissetta embarcó Giuseppe Salvatore Cammarata Lunetta. Aquí en Venezuela lo escribían Canmarata. En Cabudare simplemente Camarata. Entró a América por el Amazonas y allí convivió por 7 años con los Maco, Waco o Virú, etnia que se ubica por los afluentes del Ventuari, Guapuchi, Yureba, Parú y Marueta. Él ya sabía su destino, porque su hermano Gaetano partió primero y se ubicó, en Barquisimeto y luego en Cabudare. Entre marzo y abril del año 58 llegó a Cabudare. Comenzaron con un restaurante de comida italiana en la esquina de Bernal con Av. Libertador. Con su hermano montó panadería y sastrería, oficios que habían aprendido desde niños en Caltanisetta. Después una tienda de artículos varios y a partir de los años 70´s se muda a la esquina Alvizu con Juan de Dios Ponte (hoy Artesanías Casa Vieja), vendiendo ropa y calzados. Allí se dedicó al trabajo de la sastrería.  

Los conocimientos adquiridos con los indígenas en torno a la medicina natural le sirvieron para ayudar a mucha gente en Cabudare e incluso de otras poblaciones, que en la medida que se enteraban le visitaban ante cualquier enfermedad. Su trabajo era la sastrería y ayudaba al prójimo con la medicina botánica. Pócimas, menjurjes y todo tipo de preparaciones que él llamaba medicina arbolaría, pues le resultaba más efectiva, en muchos casos, que las hierbas. Con ello curó: cáncer de diferentes tipos, a mujeres que no podían parir y otras dolencias.

Fueron tomando fama los remedios de Camarata. Existen ejemplos de cabudareños y cabudareñas que curaron completamente con las medicinas de este sabio.

Igualmente practicaba la búsqueda de agua por Radiestesia Humana, técnica que se basa en un hombre receptor y transmisor de energía, con circuitos y centros energéticos en su cuerpo, que utiliza una horqueta. Decía Camarata: “se hace con zapatos de suela o descalzo, nunca con calzado de goma, pues es aislante de la energía. Cuando se consigue el agua se siente un hormigueo en las manos”.  Todas estas técnicas y el uso adecuado de las hierbas y arboles lo practicó con él su hija Maritza, quien desde los 15 años compartió con su padre, los saberes ancestrales. Al final de sus días, era Maritza quien se encargaba de las preparaciones. Nunca cobró por ello. Le decía a la gente lo que tenía que buscar y les hacía la preparación.

Su pareja de toda la vida fue Juana Pastora Escalona Montilla, de Loma de Terepaima. Se enamoró de ella al conocerla por ser tan parecida a la hija del cacique de la tribu Maco, quien quería casarlo con ella. Vivieron en la casa donde vivió sus últimos años Héctor Rojas Meza, al lado de la Barbería Potosí.

Sus hijos: Blas, Rosa, Ana María, José Alberto, Graciela, Liliana, Henry, Juan Carlos y Ángel.

Además de sus conocimientos en botánica y medicina natural, era cazador, le gustaba jugar loterías, con un sistema con el cual ganaba siempre, pero no era ambicioso, lo hacía por “divertimento”, aunque sus amigos lo buscaban para que les diera “datos”. Igualmente jugaba caballos. Dicen algunos que lo habían visto en dos partes al mismo tiempo y que era un ser que estaba en la tierra para hacer el bien.

Sus últimos años los vivió en la Mata. Se entregó al señor el 19 de agosto de 1.993. Mientras estaba enfermo, en trance de morirse decía “yo aquí acostado y tanta gente que me necesita”. Era serio, cristiano, reservado, juguetón con sus hijos. Mantuvo un ligero acento italiano, un recuerdo por el santo patrón de su pueblo San Cataldo. Humanitario. Recibía empeños de gente de Cabudare y siempre les regresaba lo empeñado. Hoy sus tijeras duermen y aún hoy, sigue haciendo el bien, a través de su hija Maritza, quien sabe la responsabilidad que le dejó: administrar los saberes con el profundo respeto por la sabiduría indígena.

 

@proyectosarao



LA CASA DONDE TRABAJÓ EN SUS ÚLTIMOS AÑOS 




CAMARATA - RECIEN LLEGADO A CABUDARE 




CAMARATA BENEFACTOR DE LOS ENFERMOS




JUANA PASTORA ESCALONA - EL AMOR DE SU VIDA



 

CAMARATA EN LA PLAZA BOLÍVAR DE CABUDARE -

CON JUSTO PINO Y CARMEN BORGES




SAN CATALDO - PATRONO DE SU PUEBLO EN ITALIA





LA SABIDURIA ANCESTRAL DEL AMAZONAS

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