miércoles, 27 de abril de 2016

DOS ANÉCDOTAS DE COCHÉ ROJAS


CABUDARE, BUCOS Y MAMEYES


Dos anécdotas de Coché Rojas

Américo Cortez
Cronista de Cabudare

 Francisco “Coché” Rojas Rodríguez, recordado cabudareño, recopiló tres folletos titulados “Anécdotario y Humorismo Cabudareño”. Me tocó en suerte publicar los dos primeros cuando estuve en la Coordinación de Cultura de Palavecino. Aún tengo la deuda de publicar el tercero, que Coché me entregó meses antes de morir. Esto es un adelanto de ese folleto. Espero sirva para avivar la llama de la cabudareñidad, tan echada a menos en los últimos años. A continuación dos de esas anécdotas recopiladas por  “Coché”. Disfruten, además de los dibujos de Justo Armando Pino Valero, realizados para el anecdotario.

DOS SANTOS EN LA PELOTA

La afición por el béisbol en Venezuela es extraordinaria en todo el país. Eurípides Ponte Hernández, no escapó a esta sana costumbre y desde hace muchos años era partidario del Magallanes, desde cuando vivió en Caracas; como buen larense, al nacer el equipo profesional de este Estado, El Cardenales, comparte su afición entre el tradicional Magallanes y el recién nacido Pájaros Rojos. Cuando estos dos equipos se enfrentan, él era neutral. Era muy frecuente verlo en los juegos que se realizaban en Barquisimeto. En un juego entre el Magallanes y Cardenales, una señora asistente que estaba muy cerca de él tenía a todo el mundo atormentado con una cantaleta que a viva voz repetía fastidiosamente: “Divina Pastora, que gane el Cardenales, que gane, que gane”. Aquella petición, mil veces repetida, sacaba de sitio a cualquiera. A Eurípides se le ocurrió gritar otra petición: “Arriba José Gregorio, tu que eres magallanero que tu equipo gane, vamos José Gregorio que gane tu equipo, que gane, que gane”. De pronto, sin que Eurípides lo sospechara, la señora se le acercó y le asestó tremendo golpe con un paraguas, diciéndole,  “Aquí tenéis tu José Gregorio”, la señora reforzó su ataque, por lo cual Eurípides tuvo que huir, pues ante tanto público, no debía ponerse a pelear con una dama. La Divina Pastora y José Gregorio, oyeron las peticiones de los dos, pues el juego quedó empatado: 3 a 3 carreras por lado, ya que fue suspendido por lluvia.

HICÍERON PRESO AL OBISPO


La gente que venía del cerro Terepaima comentaba que estaban muy contentos, porque en aquellos caseríos, se encontraba el Obispo y el Monseñor; los cuales celebraban misas, bautizos, confirmaciones, confesiones y hasta matrimonios. Diariamente aumentaban los comentarios sobre las intensas actividades de estas destacadas personalidades religiosas. El Cura Párroco de Cabudare, se preocupó por los comentarios sobre esta visita pastoral que todas las autoridades ignoraban. Habló con el Jefe Civil y después de analizar la situación y consultar a muchas personas de la población resolvieron mandar una comisión; al frente de la cual iría un hombre serio, muy responsable, como lo era Don Pedro Valles. Llevaba precisas instrucciones de proceder sin miramientos, en caso de que consiguiera alguna anormalidad y de la lógica prudencia, en caso contrario. Por supuesto, en el pueblo todos vieron partir la Comisión. Había una inmensa expectativa. Estaban pendientes de lo que pudiera informar don Pedro Valles. Al segundo día, como a las dos de la tarde, se oye por los lados de La Mata en gran bullicio; gritos y silbidos. La turba venía tras la Comisión especial, la cual traía a dos personas amarradas, muy conocidas en Cabudare: el más pequeño con una especie de bata dorada, el otro, alto y delgado, con una bata negra y una banda morada sobre la cintura. Eran Ventura Torres y Benjamín Romero, el primero disfrazado de Obispo y el segundo de Monseñor. Días después fueron visitados en la cárcel por la gente que los conocían. Ellos comentaban que habían pasado veinte días increíbles: comiendo bien y no les faltaba nada. Recibían regalos, gallinas, pollos, frutas y dinero del bueno, aprovechándose de la fe y la inocencia de la gente. Además de la tremenda critica popular, el Jefe Civil les impuso tres meses de arresto y el Cura Párroco los excomulgó por dos años.



La vieja casa donde nació Coché, acechada por la modernidad. Al lado izquierdo existió la Casa de Gobierno de Cabudare, donde en 1.881 se decretó el Estado Lara. Por eso, aunque mis hermanos barquisimetanos se molesten, el Estado Lara nació en Cabudare.


Francisco Santeliz, Francisco "Coché"Rojas y Erasmo Graterol. El primero, arquitecto, Erasmo, policia de punto y Coché educador y político. Llegó Coché a ocupar la Presidencia de la Asamblea Legislativa del Estado Lara, en tiempos del Gobernador Miguel Romero Antoni. En la foto tomada en la Plaza Bolívar de Cabudare, en franca tertulia a finales de los años 90´s.

La caricatura realizada por Justo Pino, corresponde al cuento "Dos santos en la pelota". Justo siempre dispuesto a colaborar con las nobles causas, realizó todas las caricaturas de los tres anecdotarios de Coché. A él le agradecemos eternamente ese gesto de solidaridad, propio de los cabudareños. 

En esta caricatura "Hicieron preso al Obispo", nos hace pensar en los mamadores de gallo y vivianes del viejo Cabudare. De ellos, Benjamin Romero se ganó la vida de muchas maneras, entre otras: pintor, albañil, maromero de circo, peón de hacienda y otras, con las cuales vivió por mucho tiempo.


El recordado Francisco José Rojas, "Coché". Una tarde en la Plaza Bolívar de Cabudare, llegó una hermosa muchacha, que buscaba información sobre Cabudare. Hablé un rato con ella y decidí presentarle a "Los Guardianes del Libertador", como se hacían llamar los que se sentaban todas las tardes en la plaza. Al estrechar la mano de la muchacha, Coché le dijo: "Usted está mejor que el corazón de una madre", lo que la señorita aceptó como un cumplido y nosotros los presentes con risas celebramos.


Bautizo del 2do. "Anecdotario y Humorismo cabudareño", en la Plaza "Aquilino Juáres", conocida como Plaza "La Cruz", el 27 de enero del año 2.000. Aparecen: el Doctor Ruiz y su esposa, la hija de Coché, quien escribe, con carne salá y todo, Yamerica (mi sobrina) y Coché. Esa noche fue inolvidable, con retreta de la orquesta Mavare

Coché, dirigiéndose a su pueblo, que colmó la Plaza y la calle. Sentado a la izquierda Don Julio Alvarez Casamayor.

Otra gráfica de esa noche. Coché fue radio aficionado y le encantaba contarnos la gran cantidad de amistades de otros países que hizo, practicando, lo que llaman el diexismo.

Coché y detrás la orquesta Mavare. !Que noche!


Cabudareñidad pura: Coché Rojas, Abundio Escalona, Eurípides Ponte y Julio Alvarez Casamayor


Que más puedo decir de la cabudareñidad de Coché, si nació en esta casa, al lado de la desaparecida casa de gobierno de Cabudare y frente a la plaza Bolívar.

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