CABUDARE,
BUCOS Y MAMEYES
Un dividivi y una ceiba
Américo
Cortez
Cronista de
Cabudare
En nuestro municipio
Palavecino existen dos árboles de especial significación y también deberían
serlo de consideración. Un dividivi que vive latente, esperando que se
dictamine si vive y una ceiba (jabillo), frondoso testigo vivo que cada día se
resiste al maltrato y a que le digan jabillo, pues la sabiduría del pueblo
cabudareño siempre le ha llamado ceiba y la fuerza de la costumbre se impone.
Además ¿qué tiene de malo eso?.
El dividivi y la
ceiba tuvieron bajo su sombra al hombre más grande de América, Simón Bolívar, el 9 y el 10 de noviembre de
1.813, respectivamente, cuando recorrió los caminos de Cabudare. Esta semana
pasada se cumplieron 204 años de ello.
Hoy el dividivi, del
cual solo queda el tronco, vive bajo resguardo de la familia Rodríguez Parra,
en Los Rastrojos, diagonal a la iglesia “Sagrada Familia”. Su más celoso
cuidador Rafael, el morocho, ya no está con nosotros y recuerdo, cuando, en mi
trabajo como cronista, programaba visitas a su casa, para que los niños
recibieran la energía de ese tronco, aparentemente muerto, y que en su cuerpo
han crecido flores y plantas ornamentales. ¿Será que aún hay energía en él?. El
morocho le miraba como quien ve a un anciano esperando consejo y los ojos le
brillaban de orgullo al contar la historia, al saber su alegría y
responsabilidad de mantenerlo, cerca de su casa y su corazón. ¿Cuántos secretos
del Libertador, tendrá guardados?, ¿Qué dijeron ese 9 de noviembre Palavecino y
Bastidas a Bolívar al incorporase al ejército libertador?. Es necesario buscar
la forma para saber si es posible sacar de su ADN unos hijos, para sembrarlos
en las escuelas. ¿Cómo se verá un dividival, con los hijos del histórico, en la
avenida Intercomunal de Cabudare a Los Rastrojos?. Lo otro que falta, es
cumplir el proyecto que preparaba con el morocho de realizar en ese hermoso
patio de su casa, “En el Dividivi”, una serie de actividades culturales:
recitales, ponencias, charlas, tenidas, etc. Ello, seguramente sería el
complemento que el morocho celebraría desde donde esté.
Otro caso similar
pasa con la ceiba histórica de Cabudare, que tiene ya algunas ventajas. Forma
parte del complejo llamado desde 1.965 Parque “Ezequiel Bujanda”, tiene a su
lado el puente San Nicolás (1.865), la quebrada Tabure, la capilla “El
Nazareno”, la cancha techada y el parque infantil. Allí se realiza todos los
domingos el programa del Ateneo de Cabudare “Contemos bajo la ceiba”. Sin
embargo necesita, debido a su edad, periódicos exámenes fitosanitarios y una
recuperación total de los espacios adyacentes, que garanticen todo el parque y la
permanencia del árbol en el tiempo. Fue denominado por la Gobernación del
Distrito Palavicini el 12 de marzo de 1.946 como Monumento Histórico y es
quizás el altar de la patria en Cabudare. Se realizaban bajo su sombra velorios
del sepulcro, los viernes santos. Hubo navidades en que se le colocaban luces,
cual arbolito. Se realizaban discursos electorales. Allí estuvo Luis Beltrán
Prieto Figueroa y fue él quien públicamente dijo “no sé por qué lo llaman ceiba si esto es un jabillo”.
Estamos preparando
un vivero, para que sus hijos llenen el valle del Turbio, el Parque Terepaima y
más. Se recuerda ese 10 de noviembre de 1.813 cuando Bolívar resolvía bajo su
sombra como subir a la meseta, a la llamada batalla de Barquisimeto y como los
cabudareños esperanzados en la libertad se sumaron al ejército.
Como símbolos
naturales e históricos hay tareas que acometer para darles el merecido y justo lugar
en nuestra historia.
La energía que el
dividivi y la ceiba emanan, nos recuerdan la tarea que los maestros (as) y
cronistas debemos llevar adelante. Profundizar en la querencia por lo nuestro,
lo que resalta y profundiza la identidad.
Queda a Los
Rastrojos y a Cabudare, a nuestro gobierno y a su gente la tarea. Y a ti
morocho recordarte que “no hay plazos que no se cumplan, ni deudas que no se
paguen”.
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La ceiba (jabillo) y el puente "San Nicolás". Vista desde el interior del parque, parte norte. |
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Restos del dividivi que cobijó al Libertador en Los Rastrojos el 9 de noviembre de 1.810. Hoy casa de la familia Rodríguez Parra. |
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El camino histórico por donde Bolívar entró a Los Rastrojos, a la altura de "Zanjón Colorao" |
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Vieja foto del Puente San Nicolás y la ceiba histórica |
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