sábado, 12 de diciembre de 2020

EL ESPIRITISMO CIENTÍFICO EN CABUDARE

 

CABUDARE, BUCOS Y MAMEYES

EL ESPIRITISMO CIENTIFICO EN CABUDARE

 

Américo Cortez

Cronista de Cabudare

 

“El espiritismo es ciencia, para enfrentar la vida” Allan Kardec

 

En la búsqueda de la razón de vivir, Julio Álvarez Casamayor estuvo en varios movimientos religiosos, entre ellos el movimiento espiritista científico. Me aclaró que es muy distinto a la brujería, donde se conjugan una serie de elementos que lo convierten hasta en un negocio. Alrededor de 1.945, participaban con él, en esos ejercicios espirituales: Dante Rojas, Monche Santeliz, Pablo González, Octavio Flores Noroño y Edgar Rojas, estos dos últimos hacían de “médium”. Realizaban las sesiones los fines de semana, en las noches, usando la ouija, en la sala de la casa de Julio Santeliz (esquina de Nepomuceno) o en “la isla del burro”, bodega de Dante Y Edgar Rojas. Un día, mientras discutían sobre la posibilidad que los espíritus convirtieran el aguardiente en agua, decidieron hacer una sesión. Compraron en la bodega de José de los Santos Guédez una carterita de caña clara y dijeron “vamos a invocar a un borracho”. Edgar Rojas transportado llamó a Julio Colmenarez, un cabudareño ya muerto y que le gustaba echarse los palos. La idea era beber con el espíritu y probar la teoría. “Al bajar” le dijeron “Julio, queremos que brindes con nosotros”…todos bebieron…y otro brindis…y de repente el espíritu les dijo “primero yo no soy Julio, segundo no soy borracho…y ustedes están jugando con el espiritismo. Les advierto, si lo siguen haciendo recibirán una lección que jamás olvidarán, esto es científico, estúdienlo”. De inmediato Edgar Rojas salió del trance. Ni el aguardiente se había convertido en agua, ni el espíritu de Julio Colmenarez había bajado. Pablo González alebrestao dijo “yo no tengo miedo a ese espíritu…sigamos intentándolo”, pero que va, los demás dejaron el asunto hasta ahí y pusieron pies en polvorosa.

Otra noche hicieron una sesión y haciendo de médium Octavio Flores Noroño, se les ocurrió invocar al espíritu de Ezequiel Bujanda, y aconteció que "bajó un espíritu" y Flores Noroño (que también era poeta) estando en trance decía que era Bujanda. Ante aquella aseveración le pidieron que demostrara su identidad, el espíritu (o debo decir Noroño) pidió papel y lápiz y de un tiro escribió una poesía dedicada a Cabudare, la cual copio a continuación del original que conserva don Julio y con el título de Coplas de Ofrenda: “Cabudare dulce y bello / como los valses de antaño / del crepúsculo al destello / recibes cual divino baño /. Y en esos atardeceres / que policromías desgranas / que pintor no te cantara / que cantor no te cantara /. Mi cantar es canto triste / como el canto  del ausente / por eso canto en mis versos / lo que un corazón siente /. Mi ofrenda muy poca es / ofrenda de los poetas / como se entristece el alma / cuando el alma se le ausenta / que triste fuera el ocaso / si la aurora no existiese /”. Obsérvese la terminación del último verso que debiera ser existiera. Lo cierto es que a los pocos días, don Julio llevó la poesía a Don Héctor Rojas Meza (quien era un estudioso de la poesía y de Bujanda en particular), quien después de analizarla concluyó: "O esto no lo hizo Bujanda, o Bujanda perdió sus facultades de poeta, o el médium no captó bien el mensaje, porque Bujanda jamás hubiera terminado esa poesía así... ". Bueno jamás sabremos si fue verdad la "bajada del espíritu de Bujanda", porque Noroño, después de saber el criterio de don Héctor, no quiso hablar más del asunto y se llevó la verdad o confesión a la tumba.

Después, este grupo de cabudareños decidieron visitar centros espiritistas y parece ser que entre ver charlatanes y las ocupaciones de cada uno se fueron apartando del asunto.

Desde hace muchos años don Julio no participa de esos ejercicios espirituales. Sin embargo nos aclara (por si acaso), que los cargos públicos que ocupó fueron decididos, no por "menjurgues" poderosos, ni tabacos fumaos, ni polvos mágicos, sino, por la voluntad popular de los votantes y de Dios. “El guen guaro”.


@proyectosarao



Donde estaba la bodega de José de los Santos Guédez.

Avenida Libertador esquina calle Nicolás Patiño,

 frente a la Escuela "Gladys Briceño Méndez" 



Don Julio Alvarez Casamayor



En esta casa propiedad de Julio Santelíz 

se efectuaban las sesiones de espiritismo científico



Dante Rojas. Co-propietario de "la Isla del burro"





Allan Kardec

 Precursor del Espiritismo científico



Julio Alvarez Casamayor y Pablo González

Espiritistas científicos




Héctor Rojas Meza. Espiritista científico




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