lunes, 4 de enero de 2016

A PROPOSITO DE EUFRACIO ESCALONA

CABUDARE, BUCOS Y MAMEYES


A PROPOSITO DE EUFRACIO ESCALONA

Américo Cortez
Cronista de Cabudare

Dedico, a los devotos del santo de Padova, en especial a los promeseros y su eterna fé.

San Antonio, una fiesta que atraviesa todo el estado Lara y estados vecinos. Este santo que dio la posibilidad de la manifestación folklórica y tradicional más querida en nuestro estado. En las vísperas de San Antonio los altares se visten de fiesta y fe. Se prepara el velorio al santo y al día siguiente, el tamunangue, que nos recuerda nuestras raíces ancestrales. 

Cabudare no escapa a esta celebración. Los grupos folklóricos y los promeseros se organizan en torno a cada sector o barrio, donde exista un grupo de tamunangue. En el caso particular de Cabudare, los Golperos y Tamunangueros de Palavecino (llamado el grupo Palavecino), desde hace mucho tiempo viene realizando el velorio y el tamunangue, convertido en fiesta de pueblo. Con misa, procesión por las calles del pueblo al son de la Batalla y los sones, además de la plaza Bolívar, en la casa del viejo Eufracio, fundador de este grupo que arriba a los 70 años. Eufracio nació el 5 de mayo de 1.915, es decir, que estamos en el año centenario de su nacimiento y murió el 25 de julio del 2.005. En el año 1.945 funda el grupo Palavecino, que luego se convertiría en Golperos y Tamunangueros de Palavecino. Es indudablemente el grupo que más ha representado a Palavecino fuera de nuestras fronteras y el que más satisfacciones le ha dado.

Eufracio nunca se imaginó, por su sencillez y humildad, la profunda huella en el quehacer cultural que dejaría su obra, su sueño hecho realidad, su grupo.
Todo ello, trajo que Eufracio se convirtiera en “El viejo roble de Cabudare” y en icono del tamunangue en Palavecino. Condecorado por diferentes instituciones oficiales y populares.
En la medida que pasaban los años, conseguía Eufracio formas para estar cerca del movimiento cultural. No solo con los grupos Tamunangueros y  Golperos, sino, cualquier manifestación autóctona de nuestro pueblo. Ya era normal verlo bailar tambores en las procesiones de San Juan. Asistir a las aperturas de exposiciones en el Ateneo, la casa de la cultura. En fin, su espíritu, estaba comprometido con lo que él llamó la salvación del país: la cultura. La sabiduría de los años, sin muchas palabras, con su lenguaje cabudareño, bonachón y festivo, a veces serio y reflexivo, nos dejó la tarea de seguir bregando por su pueblo, por su cultura, que es la nuestra.  

Aún existen dos cosas que deben activarse, para que el legado de Eufracio Escalona se dignifique. Estas son: la colocación del nombre de Eufracio Escalona al auditorio de la Casa de la Cultura de Cabudare (en el Complejo Cultural “Andrés Eloy Blanco”) y reactivar la Orden “Eufracio Escalona” que se daba a los cultores de Palavecino anualmente.
Desde que se inauguró la Casa de la Cultura de Cabudare, el gobierno municipal de aquel entonces, había hecho promesa pública de colocarle el nombre de Eufracio Escalona. Los gobiernos siguientes ratificaron el compromiso, pero nadie lo ha honrado. Es necesario activar conversaciones con el Colectivo que administra el Complejo Cultural “Andrés Eloy Blanco” o Casa de la Cultura, para que activemos para este año, en el año del centenario del nacimiento de Eufracio, la colocación oficialmente de su nombre al Auditorio.
Igualmente, conjuntamente con la municipalidad, activar la Orden “Eufracio Escalona”, reconocimiento que se entregaba a los cultores en los días cercanos a San Antonio y que dignificaba a aquellos dedicados a nuestro folklore y costumbres. Dos reconocimientos a la memoria de quien siempre brindó lo mejor de si, sin pedir nada a cambio. Quien fue cabudareñidad pura. En conversaciones con los concejales José Barrera y Rafael Rodríguez Parra, me manifestaron la intención de seguir empujando para que estos acuerdos lleguen pronto, y así rendir los homenajes merecidos al viejo Eufracio. Larga vida al legado cultural de Eufracio Escalona, el viejo roble de Cabudare.


@proyectosarao

El grupo Golperos y Tamunangueros de Palavecino en su tradicional recorrido con "la batalla" por la Avenida Libertador de Cabudare cada 13 de junio

La imagen de San Antonio de Padua de la iglesia San Juan Bautista de Cabudare 

13 de junio, saliendo de la misa en honor a San Antonio. El grupo Golperos y Tamunangueros de Palavecino comienza el recorrido que incluye la Avenida libertador (desde la iglesia) volviendo por la calle Santa Bárbara, terminando en la casa de Eufrasio Escalona, fundador del grupo, a quien le ofrecen los 7 sones del tamunangue, homenaje perenne a este gran cultor cabudareño

Yuraima Vásquez, Américo Cortez, Eufrasio Escalona, José Sequera y dos integrantes del grupo Golperos y Tamunangueros de Palavecino. La foto fue en el desaparecido anfiteatro "Oscar Martinez" cuando el Festival Folclórico del estado Lara del año 1.996, donde Yuraima se coronó como Reina regional del Folclore. 

"Ufrasio" Escalona, como lo llamaba mucha gente, recibiendo reconocimiento en el Encuentro Folclórico de Agua Viva, de manos de Katy Aldazoro del grupo "Tambores de Santa Bárbara", detrás apreciamos empartozao a Benicio Rivero. Este evento se realizaba en el estadio de Agua Viva.

III Encuentro Folclórico de Agua Viva. "Ufracio" al lado de Graciano Mendoza, la de las maracas es Raisa y sentado tocando los palos Roseliano Camero
Con un medio cinco, recordando viejos golpes.

Eufrasio Escalona, Flor María Rojas y José Sequera. En el estadio Terepaima de Cabudare, cuando Flor María ganó el Festival Folclórico de Palavecino acompañada por los Golperos y Tamunangueros de Palavecino. Flor María completó la faena ganándolo en Barquisimeto en el Festival Regional. Todo ello sucedió en 1.998



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