martes, 8 de noviembre de 2016

CABUDARE RUMBO A SU DESTINO

CABUDARE, BUCOS Y MAMEYES

Cabudare, rumbo a su destino

Américo Cortez
Cronista de Cabudare

Cada pueblo va labrando su destino de muchas maneras. Con la elección de sus gobiernos, su historia, sus potencialidades, su espacio geográfico y con el compromiso de sus habitantes y gobernantes. No es posible diseñar una política para el desarrollo de un pueblo sin tomar estas variantes y otras más.
Cabudare ha sido, de alguna manera subestimada en sus posibilidades. Mi pueblo ha luchado tratando de tomar las mejores decisiones y así definir su destino.
En el pasado fue un tranquilo pueblo, en el presente un pueblo que busca definir sus objetivos, lo que lo coloca en la disyuntiva histórica de cómo alcanzar ser una ciudad con identidad y propósitos definidos. Ello se viene agravando por la pugna entre lo viejo y lo nuevo, lo que fue y lo que será. Debemos intentar preservar las tradiciones mirando al futuro.
El casco histórico de Cabudare y también el de Los Rastrojos vienen siendo asediados por las nuevas construcciones, ante la mirada tímida y displicente de habitantes y gobernantes. La falta de definición de los objetivos trascendentes hace que el futuro de Palavecino se mantenga en una marea de ideas, aún no concretadas totalmente.
Llegar a acuerdos entre gobernantes y ciudadanos es urgente para tomar el camino a la construcción del futuro. Algunas preguntas nos asaltan. ¿Cómo proteger nuestras dos fuentes naturales más importantes de agua, oxígeno y biodiversidad, como lo son el valle del Turbio y el Parque Terepaima?, ¿se puede aspirar a un municipio sostenible sin proteger estos dos espacios?, ¿cómo congeniar un desarrollo sustentable y sostenible sin el protagonismo activo de gobiernos y ciudadanos?, ¿se puede crear una identidad de Cabudare, conciliatoria entre el pasado y el futuro?.
El papel de la participación protagónica de todos, gobiernos y ciudadanos, crea el reto de buscar las fórmulas para el logro del acercamiento inevitable de los que habitamos en este pueblo, que recibe a propios y extraños, nacidos o no en Cabudare, para el logro de esos objetivos.
La educación, la recreación y la cultura son el motor para la creación de ciudadanía responsable, vital para la construcción y sostenimiento de un pueblo entendido de sus responsabilidades, identidad, derechos y deberes.
Solo con un acuerdo municipal entre todas las partes se puede construir ese destino, el que todos debemos buscar con nuestra participación.
El turismo tiene un inmenso potencial, sobre todo con la parroquia Agua Viva, potencial ya demostrado con las ferias artesanales, los emprendedores, las posadas, restaurantes, dulceras, artesanos y otros que en el marco de las faldas y el Parque Terepaima dan posibilidades de expansión de negocios, espacios turísticos y de recreación, respetando su ecología y ambiente.
Las universidades: U.C.L.A., U.B.V., “Fermín Toro”, “Yacambú”, “Cecilio Acosta”, L.U.Z. y otras que siguen instalando núcleos en Palavecino, reconociendo las potencialidades,  deben incorporarse definitivamente a los planes y proyectos del crecimiento y desarrollo del municipio.
Igualmente la Cámara de Comercio y los industriales deben estar compenetrados y comprometidos con las acciones y proyectos, ellos son una línea importante en el trajinar y construcción de ese futuro.
Las comunas, consejos comunales y las organizaciones sociales, deportivas, culturales, educativas y de todo tipo deben colocarse al servicio de esa construcción.

Por supuesto es impostergable “el gran acuerdo” y allí debe existir un compromiso determinante del gobierno municipal, para crear las condiciones mínimas y así empezar a andar ese camino, que reconociendo el pasado, organizando el presente, pueda enfrentar con posibilidad de triunfo el futuro, el destino a construir para hacer grande a Cabudare, el pueblo que se negó a morir, “la puerta de los llanos”, “la reina de Occidente”, el pueblo al que quiero y deseo lo mejor. Mis esfuerzos apuntan a la creación de ese acuerdo y destino. 


Preservar las tradiciones deber ineludible



Espacios para el esparcimiento



 Cabudare cambia de ritmo vertiginosamente



 Los espacios históricos deben protegerse



 El Valle del Turbio es vital para Cabudare

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