CABUDARE,
BUCOS Y MAMEYES
Cabudare, rumbo a su destino
Américo
Cortez
Cronista de
Cabudare
Cada pueblo va
labrando su destino de muchas maneras. Con la elección de sus gobiernos, su
historia, sus potencialidades, su espacio geográfico y con el compromiso de sus
habitantes y gobernantes. No es posible diseñar una política para el desarrollo
de un pueblo sin tomar estas variantes y otras más.
Cabudare ha sido, de
alguna manera subestimada en sus posibilidades. Mi pueblo ha luchado tratando
de tomar las mejores decisiones y así definir su destino.
En el pasado fue un
tranquilo pueblo, en el presente un pueblo que busca definir sus objetivos, lo
que lo coloca en la disyuntiva histórica de cómo alcanzar ser una ciudad con
identidad y propósitos definidos. Ello se viene agravando por la pugna entre lo
viejo y lo nuevo, lo que fue y lo que será. Debemos intentar preservar las
tradiciones mirando al futuro.
El casco histórico
de Cabudare y también el de Los Rastrojos vienen siendo asediados por las
nuevas construcciones, ante la mirada tímida y displicente de habitantes y
gobernantes. La falta de definición de los objetivos trascendentes hace que el
futuro de Palavecino se mantenga en una marea de ideas, aún no concretadas
totalmente.
Llegar a acuerdos
entre gobernantes y ciudadanos es urgente para tomar el camino a la
construcción del futuro. Algunas preguntas nos asaltan. ¿Cómo proteger nuestras
dos fuentes naturales más importantes de agua, oxígeno y biodiversidad, como lo
son el valle del Turbio y el Parque Terepaima?, ¿se puede aspirar a un municipio
sostenible sin proteger estos dos espacios?, ¿cómo congeniar un desarrollo
sustentable y sostenible sin el protagonismo activo de gobiernos y ciudadanos?,
¿se puede crear una identidad de Cabudare, conciliatoria entre el pasado y el futuro?.
El papel de la
participación protagónica de todos, gobiernos y ciudadanos, crea el reto de
buscar las fórmulas para el logro del acercamiento inevitable de los que
habitamos en este pueblo, que recibe a propios y extraños, nacidos o no en
Cabudare, para el logro de esos objetivos.
La educación, la
recreación y la cultura son el motor para la creación de ciudadanía
responsable, vital para la construcción y sostenimiento de un pueblo entendido
de sus responsabilidades, identidad, derechos y deberes.
Solo con un acuerdo
municipal entre todas las partes se puede construir ese destino, el que todos
debemos buscar con nuestra participación.
El turismo tiene un
inmenso potencial, sobre todo con la parroquia Agua Viva, potencial ya
demostrado con las ferias artesanales, los emprendedores, las posadas,
restaurantes, dulceras, artesanos y otros que en el marco de las faldas y el
Parque Terepaima dan posibilidades de expansión de negocios, espacios
turísticos y de recreación, respetando su ecología y ambiente.
Las universidades: U.C.L.A.,
U.B.V., “Fermín Toro”, “Yacambú”, “Cecilio Acosta”, L.U.Z. y otras que siguen instalando
núcleos en Palavecino, reconociendo las potencialidades, deben incorporarse definitivamente a los planes
y proyectos del crecimiento y desarrollo del municipio.
Igualmente la Cámara
de Comercio y los industriales deben estar compenetrados y comprometidos con
las acciones y proyectos, ellos son una línea importante en el trajinar y
construcción de ese futuro.
Las comunas,
consejos comunales y las organizaciones sociales, deportivas, culturales,
educativas y de todo tipo deben colocarse al servicio de esa construcción.
Por supuesto es
impostergable “el gran acuerdo” y allí debe existir un compromiso determinante
del gobierno municipal, para crear las condiciones mínimas y así empezar a
andar ese camino, que reconociendo el pasado, organizando el presente, pueda
enfrentar con posibilidad de triunfo el futuro, el destino a construir para
hacer grande a Cabudare, el pueblo que se negó a morir, “la puerta de los
llanos”, “la reina de Occidente”, el pueblo al que quiero y deseo lo mejor. Mis
esfuerzos apuntan a la creación de ese acuerdo y destino.
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Preservar las tradiciones deber ineludible |
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Espacios para el esparcimiento |
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Cabudare cambia de ritmo vertiginosamente |
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Los espacios históricos deben protegerse |
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El Valle del Turbio es vital para Cabudare |
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