CABUDARE,
BUCOS Y MAMEYES
Páez en Cabudare
Américo
Cortez
Cronista de
Cabudare
Son muchos los
personajes de nuestra historia venezolana que cruzaron los caminos del hoy
municipio Palavecino. El General José Antonio Páez, pasó dos veces por nuestra
tierra. La primera, estando muy joven cuando aún ni pensaba convertirse, ni en
militar, ni en Presidente. Había nacido el 13 de junio de 1.790, a orillas del
río Curpa, cerca de Acarigua, en el Cantón Araure, Provincia de Barinas.
Mientras vivía con su madre en Guama (Yaracuy), trabajó de pulpero y luego
sembrando cacao.
En el año 1.807,
cuando contaba con 17 años, su madre le confía unos documentos familiares para
entregarlos a un abogado que vivía en la hacienda de Patio Grande, cerca de
Cabudare, dicha hacienda fue propiedad del Dr. Antonio Perera y de Cayetano
Mujica. Tenía que llevar una considerable cantidad de dinero. Para lograr su
objetivo su madre le dio una mula, una espada vieja y un par de pistolas de
bronce. De regreso a Guama debía hacer varias compras para la familia.
En el viaje a Patio
Grande todo fue normalidad, con los consabidos problemas de los antiguos
caminos. Sin embargo de regreso y contento de haber cumplido exactamente lo que
su madre le encomendó, embriagado de confianza, quiso lucirse. Al parecer se
ufanó del dinero que cargaba, de las diligencias que había realizado y
seguramente de los recursos con los que contaba. Parece que al pasar por
Yaritagua y al entrar en una pulpería, sacó una suma de dinero que llamó la
atención de algunos presentes, que parece le seguían, esperando el momento
propicio para asaltarle. Quería Páez demostrar que era hombre de espada y de
dinero.
Continúa su camino a
Guama y al pasar por un camino estrecho y arbolado, por la montaña de Mayurupi,
le salieron cuatro hombres que habían estado en la pulpería en Yaritagua, le
tomaron la mula por la brida y con la agilidad que siempre le caracterizó,
saltó por la derecha, pistola en mano. Uno de los asaltantes se le acercaba con
un machete y un garrote y él retrocedía conforme el facineroso avanzaba. Cuando
estaban ya separados del resto de los asaltantes el maleante lanzó un machetazo
y Páez disparó, aunque con intención de herirlo, el movimiento del atacante
hizo que la bala entrara por la ingle. Páez sacó la espada para rematarle y no
hizo falta pues el hombre cayó muerto casi de inmediato. La rabia del llanero
le hizo avanzar hacia los otros tres hombres, quienes huyeron al ver que su
jefe estaba muerto.
El mozo Páez montó
su mula y dejó junto al cadáver la pistola que se había reventado al dispararle
al asaltante, lastimándole la mano.
El destino y este suceso
convertiría a Páez en el gran héroe nacional que es, ya que al llegar a su casa
en Guama y temeroso que tomaran represalias contra él, sin avisarle a su madre,
solo a una de sus hermanas, tomo el camino hacia Barinas, andando por las
riberas del río Apure, llegando a la hacienda de Manuel Pulido, haciendo
trabajo de peón y después preparando su ejército de llaneros, que tanto dio por
la independencia.
Volvió José Antonio
Páez a pasar por Cabudare, con su ejército el 10 de enero de 1.823, de paso
hacia Coro y pasando por Barquisimeto. Fue la única vez que estuvo en la
capital larense.
La casa de la
hacienda Patio Grande, es patrimonio del municipio Palavecino y figura en el Catálogo
realizado por el Instituto de Patrimonio Cultural de Venezuela. Aún está en pie
y sería necesario tomar medidas desde la municipalidad para garantizar su
permanencia en el tiempo. Es una de las edificaciones coloniales más antiguas
de Palavecino y que reivindica el valor y coraje de José Antonio Páez, quien
apenas con 17 años enfrentó ese viaje de Guama a Patio Grande y las
dificultades y peligros conque los caminos asechaban a los viajeros. Todo lo
expuesto aquí se encuentra en la autobiografía de Páez y que publicara en
folleto don Julio Álvarez Casamayor, hace ya 17 años.
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General José Antonio Páez |
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José Antonio Páez. El llanero |
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Hacienda Patio Grande y sus corredores |
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Las viejas casas de Patio Grande |
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