lunes, 7 de noviembre de 2016

EL PARQUE "EZEQUIEL BUJANDA" RESISTIRÁ


CABUDARE, BUCOS Y MAMEYES

El Parque “Ezequiel Bujanda” resistirá.

Américo Cortez
Cronista de Cabudare

El patrimonio cultural de un pueblo siempre vive en vilo, siempre en peligro. Esto debido al poco interés que muestran los gobiernos y la propia ciudadanía por su resguardo y aunque parezca extraño, es normal. No es posible cuidar, por ejemplo, el patrimonio edificado de un pueblo, si los vecinos a éste no alertan del riesgo y peligro que corre. Además, regularmente la obtención de recursos para ello, ya sea por los gobiernos municipales o los vecinos organizados (consejos comunales), no son de fácil obtención. Si a eso le sumamos, que los patrimonios edificados, solo pueden ser objeto de restauraciones, es decir, no acepta “remodelaciones”, hace más difícil su mantenimiento y permanencia en el tiempo.
El Parque “Ezequiel Bujanda”. Fue fundado en Julio de 1.965, con motivo de celebrarse el centenario del nacimiento del poeta cabudareño. Está ubicado al lado de la Avenida Libertador, antiguo camino real, transito obligado, en el siglo XIX, para ir al llano y al centro del país. Convergen allí: El puente “San Nicolás”, construido por el gobierno de Nicolás Patiño en 1.865 y que facilitó el cruce de la quebrada Tabure, que en tiempos de lluvia no permitía el tránsito de carretas y bestias. Protege el espacio la frondosa “ceiba de Cabudare”, donde acampó Bolívar y el ejército Libertador el 10 de Noviembre de 1.813. La capilla del Nazareno. La antigua fue sede de la imagen del glorioso Nazareno de Cabudare, el santo más venerado por nuestro pueblo. La cancha múltiple, que es la más antigua del viejo Cabudare y la única pública que existe. La sede de la vieja Sala de Lectura, donde funcionó la Junta Parroquial de Cabudare y ahora debería repensarse su existencia. ¿Hará falta en ese sitio, para los niños, una sala de computadoras, tan importante en estos tiempos?. Debajo del puente pasa la legendaria quebrada “Tabure”, que es uno de los principales cursos de agua de Cabudare, que divide “pueblo abajo” de “pueblo arriba. También está el parque infantil que fue reconstruido por el gobierno municipal actual, parecido al que existió a partir de 1.965 y que, aún hoy, es el único de su tipo en Cabudare. Debajo del legendario árbol, confidente del Libertador se realiza los domingos el Programa “Contemos bajo la ceiba” del Ateneo de Cabudare. Todo el contexto llamado parque “Ezequiel Bujanda” es el lugar más emblemático del patrimonio de Cabudare. Allí estuvo Bolívar y el ejército Libertador. Por allí pasaron, entre otros: José Félix Ribas, Rafael Urdaneta, Ezequiel Zamora y Luis Beltrán Prieto Figueroa.
Ha sido imposible mantener permanentemente en buen estado este sitio. En primer término, la carencia de vigilancia hace que sea víctima de los amigos de lo ajeno. Se roban las luces, cometen robos a los visitantes, los malandros deciden quien juega en la cancha, destruyen el parque y lo último que supe fue que se estaban llevando las láminas del techo de la tribuna de la cancha múltiple.
Es necesario llegar a un  acuerdo con los actores que hacen vida allí. Hacer una Junta Administradora formada por el Ateneo de Cabudare, las escuelas vecinas que hacen actividad física en las instalaciones, grupos ecologistas, la policía estadal, la Alcaldía, el Concejo Municipal, el Consejo Comunal y otros. Así mismo, esa Junta administraría el tiempo de uso de los interesados y llevaría un control del espacio. Solo de esa manera, con una labor conjunta de todos se garantizaría que los vecinos y los visitantes a Cabudare disfruten de este templo de la identidad cabudareña. Sentarse bajo “la ceiba” es sentir el amor por lo nuestro, es sentir la brisa que baja del Terepaima y que nos trae los recuerdos de la grandeza de nuestro pueblo. Pueblo que fue ultrajado por muchas autoridades y que hoy necesita nuestros mejores esfuerzos para su preservación.

Ya en la Comisión de Cultura del Concejo Municipal, nos colocamos como tarea hacer los primeros intentos de reunir a los interesados nombrados. ¡Qué el Nazareno nos ilumine!.


 El poeta Ezequiel Bujanda a los 21 años


La Ceiba histórica y el Puente San Nicolás


 Capilla del Nazareno y salida de la procesión


 Rafelito, vendedor de amasijos fotografiado en el puente


"Contemos bajo la ceiba" del Ateneo de Cabudare

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